La Leyenda del FIAT 600.

16 noviembre 2007

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Enviado por Chicha. Excelente!!!
Cierta madrugada, venía por la panamericana desde Zárate hacia Buenos Aires y,
como era de esperarse, mi pobre FIAT 600 se rompió.
Entonces me tiré a la banquina esperando que alguien pase y a los 10 minutos apareció un Mercedes Benz Kompressor a 170 km/h pasando frente a mi. En eso veo que el tipo del Mercedes da marcha atrás y vuelve hasta el fitito.
Ahí mismo se ofrece a remolcar mi pobre porquería, y acepté enseguida, pero le pedir por favor que no corriera mucho, si no mi FIat y yo, ibamos a ir a parar al carajo (obvio).
Y combinamos que le iba a hacer luces cada vez que el Mercedes estuviera yendo más rápido de lo aconsejado.
Entonces, el Mercedes comenzó a remolcarme, y siempre que se zarpaba con la velocidad, le hacía luz (lo pongo en singular, porque para variar, uno de ellas estaba en corto y no funcionaba).
En eso, aparece un Porsche Carrera GT, negro, polarizado, fachero mal, que intimida al Merecdes. Éste no deja que lo forreen y va: 120, 130, 150, 190, 210, 240, 260 km/h.
Yo ya estaba desesperado, haciendo luces como loco, y los dos a la par.....y a los re pedos... Por ahí, pasamos por un puesto de Policía Caminera, pero, ni vi el radar, que registró impresionantes 270 km/h.
Entonces el policía avisa por radio al próximo puesto:
- Atención! Atención!
Dos masculinos, uno en un Mercedes Gris Plata y otro en un Porsche Negro disputando una picada a más de 270 km/h en la autopista,
y... muchachos... juro por mi vieja, por mis hijos y por mi laburo:
Atrás de ellos, chupado al Mercedes, viene un FIAT 600 haciéndoles luces para que lo dejen pasar!!!

El Reloj Cucú... Humor

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Otra vez Chicha con sus chistes,
para mí está fantástico.
Disfrútenlo!
Anoche salí con mis amigas a una "reunión".
Dije a mi marido que volvería a casa a las 12 en punto. "Te lo prometo", le dije.
Pero la "reunión" estuvo muy bien, copitas, bailecito, más copitas... y se me fue la hora.
Resulta que llegué a casa a las 3 de la madrugada completamente borracha.
¡Acababa de entrar y el reloj cucú de mierda hizo 'cu-cu' tres veces!.
Al darme cuenta que mi marido se iba a despertar por ese sonido,
grité "cu-cu" otras 9 veces más...
Me quedé tan orgullosa y satisfecha por haber tenido de pronto,
aunque borracha, una idea tan buena para evitar una pelea con mi marido.
Me acosté de lo más tranquila pensando lo inteligente y lista que soy.
Por la mañana, durante el desayuno, mi marido me preguntó a qué hora había llegado
y le contesté que había llegado a las 12 en punto, tal y como le había prometido.
El no dijo nada ni pareció desconfiado.
"Qué biennnnn! ¡Salvada!" -pensé yo.
Entonces él me dijo:
"Por cierto... Tenemos que cambiar nuestro reloj cucú.
Ya con dudas, le pregunté, "¿síiii? ¿y por qué, mi amor?".
Y me dijo: "Bueno, anoche el reloj hizo 'cu-cu' tres veces...
Luego, no sé cómo, gritó:"¡¡mierda!!"...
Después hizo 'cu-cu' cuatro veces más...
Vomitó en el pasillo... Hizo 'cu-cu' otras tres veces...
Se partió de risa, y otra vez hizo 'cu-cu'...
Salió corriendo, pisó al gato, rompió la mesita de la esquina del salón,
se acostó a mi lado dando el último 'cu-cu', se tiró un pedo y se durmió".